Nube

sábado, 13 de septiembre de 2008

Animales microscópicos sobreviven a la exposición al espacio abierto

Copia textual de Mikelnais :

Una diminuta criatura octópoda que puede suspender toda su actividad biológica en ambientes extremos, ha sobrevivido a un viaje al espacio que habría matado instantáneamente a cualquier humano y a la mayoría de las formas de vida conocidas.


En las primeras pruebas de esta clase que se realizan, los investigadores expusieron a estas resistentes y segmentadas criaturas - llamadas “osos de agua” – al severo vacío del espacio abierto, con todas sus mortíferas radiaciones, sobre una nave espacial ubicada en órbita baja terrestre. Muchos de ellos sobrevivieron.

Los osos de agua, conocidos formalmente como tardígrados, poseen una habilidad similar a la de los camarones de la salmuera (también conocidos como Sea Monkeys), criaturas bien conocidas por muchos niños gracias a su habilidad para volver a la vida tras ser enviadas a domicilio por correo postal. Los tardígrados son unos seres del tamaño de una mota de polvo – menos de 1,5 mm de largo. Viven sobre líquenes y musgos húmedos, pero cuando su ambiente se seca, simplemente esperan el regreso del agua. También resisten al calor, al frío y a la radiación.

Lo que más sorprende a los científicos es su resistencia a la radiación.

Los tardígrados espaciales, viajaron a bordo de la nave FOTON-M3 (lanzada al espacio por la ESA en septiembre del 2007) desde donde se les expuso al espacio abierto. A su retorno a la Tierra, fueron examinados por los científicos.

Lo que descubrieron fue que la mayoría de ellos sobrevivió a la exposición al vacío y a los rayos cósmicos, y que algunos de ellos incluso llegaron a sobrevivir a la exposición a niveles mortales de radiación solar UV (ultravioleta) 1.000 veces más altos que los que llegan a la superficie de la Tierra.

Los supervivientes “pudieron reproducirse sin problemas tras su viaje al espacio”, según una nota de prensa emitida ayer por Cell Press, la revista que ha publicado los resultados del experimento.

“¿Cómo pudieron reproducirse los tardígrados que regresaron del espacio? Es algo que sigue siendo un misterio”, escriben los investigadores.

Cuando los deshidratados osos de agua entran en el estado latente en el que su cuerpo se contrae y el metabolismo cesa, estas criaturas son capaces de mantener su estructura celular intacta hasta que vuelve a haber agua disponible y se reactivan.

Los rayos UV constan de partículas de luz altamente energéticas que provocan daños severos en los tejidos vivos, lo cual resulta evidente cuando uno se quema tomando el sol. Pero aún es peor, estos rayos pueden dañar así mismo el material genético de las células, provocando cáncer de piel por ejemplo. Se cree también que la radiación en el espacio abierto es esterilizante.

El trabajo ha sido liderado por K. Ingemar Jonsson de la Universidad Kristianstad en Suecia.

Jonsson sospecha que incluso los osos de agua que pasaron la prueba espacial sin problemas podrían haber en realidad haber sufrido daños en su ADN, pero que de algún modo estos animales lograron repararlo. Descubrir como lo han hecho sería de gran ayuda para la medicina.

“Uno de los problemas con las terapias de radiación empleadas hoy en día para tratar el cáncer, es que estas dañan también a las células sanas”, comentó Jonsson. “Si pudiéramos documentar y demostrar que existen moléculas especiales involucradas en la reparación de los daños del ADN de algunos animales multicelulares como los tardígrados, tal vez fuésemos capaces de avanzar en el desarrollo de nuevas terapias con radiación”.

Traducido de Creature Survives Naked in Space.

Fuente Mikelnais

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